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28 de marzo de 2009
Danko Mariman, su quehacer y visión acerca de la temática indígena hemisférica
“Chile es un país multinacional, donde existen múltiples nacionalidades o pueblos que tienen derechos”
Observatorio Ciudadano.


Danko

Oriundo de Curaco cerca de Cholchol, llegó el 2005 a Estados Unidos y hoy cursa el cuarto semestre de la carrera de Antropología en la Universidad de Massachussets en Boston. Con 1,90 de estatura, buen manejo del inglés, se alegra cuando recuerda su tierra y su gente. Añora volver. Tiene inclinaciones especiales por las comunicaciones y hará corresponsalía para programas mapuche. Acusa que hoy “se siguen tomando decisiones para los indígenas, por los no indígenas y esa es una visión paternalista, asistencialista y asimilacionista”. En esta entrevista, relata por qué su interés en la circulación de la información acerca de la problemática mapuche al exterior. Cuenta y opina además sobre la situación de los pueblos originarios en este país del norte, sobre los procesos sociales en América del sur y el proyecto de reconocimiento constitucional a los Pueblos Indígenas en Chile.


Por Elías Paillan, desde Boston.

Llegó a Boston, Estados Unidos, en el año 2005 a estudiar arquitectura, pero por complicaciones se tuvo que cambiar de carrera y hoy cursa el cuarto semestre de Antropología en la Universidad de Massachussets, Boston. Con muchas ganas de retornar al Wallmapu para sumarse a los procesos de lucha, cuenta hechos injustos que merecen reparación justa, por ejemplo lo acontecido con su abuelo que cuando joven este arrendó su tierra y se fue Santiago, y que al regreso las habían sido arrebatadas sin poder recuperarlas hasta ahora.

Estudia Antropología porque considera que es una herramienta muy viable para ayudar a reconstruir todas esas nociones de identidad resquebrajadas por el discurso dominante. Extraña a la polola. Reconoce que es complicado estudiar afuera pero tiene sus lados favorables “la experiencia de estar fuera, de tener otra perspectiva de las cosas, de tener más acceso a libros, múltiples espacios académicos, de conversación y de debates, el intercambio de conocimiento, son aspectos enriquecedores para uno, también el conflicto se ve desde una perspectiva más global”, señala.

¿Y cómo aprecias desde acá el conflicto mapuche v/s estados?

He tenido la suerte de poder trabajar con gente mapuche joven de distintos sectores, comunidades y ciudades, en temas de difusión de información. Hace dos años fundamos el colectivo de artistas mapuche con gente de Huilio, Temuco y Santiago y nos pusimos como meta poder trabajar en conjunto independiente en el sector del cual estuviéramos. Usamos la Internet como herramienta de comunicación. A través de ella difundimos información hacia fuera y hacia adentro, pudimos generar este tipo de conexiones, encuentros, como en mi caso estando tan lejos. Creamos la página web del colectivo We Newen (www.colectivowenewen.tk) y desde ahí buscamos sacar otras páginas, buscando siempre llegar a los jóvenes. Publicamos fotos, enlaces a páginas con información sobre el tema mapuche y nos fue bien. Por ejemplo cuando Patricia Troncoso hizo la huelga de hambre o cuando se asesinó a Matías Catrileo, se estuvo poniendo información de forma diaria, todo el tiempo, y a las páginas llegó mucha gente que se estuvo informando del tema”.

¿Y cómo se aprecian desde acá los contenidos que los medios de comunicación masivos entregan acerca del conflicto mapuche en Chile?

La verdad es que aquí llega muy poca información de la oficialidad chilena sobre el tema mapuche y cuando aparece algo, siempre aparece esa imagen folklórica del mapuche bueno o mencionan al mapuche terrorista. Es la versión oficial que imparte el gobierno, la perspectiva de que Chile es un país básicamente europeo, que no tiene conflictos internos, que está en un proceso de desarrollo económico tremendo. Ha sido toda una tarea para la gente que ha estado acá, que tampoco es mucha, poder llevar información desde nuestra perspectiva. En mi universidad he mostrado documentales, periódicos, y con ello hemos podido abrir la perspectiva y decir que existe un conflicto mapuche-chileno y mapuche-argentino en el Wallmapu, que tiene que ver con intereses políticos económicos, y con ello a los grupos que están asociados al periodismo oficial chileno que ocultan la información, que la niegan o que la tergiversan. Entonces la labor nuestra ha sido como una especie de embajadores del tema, abriéndolo hacia nuestra propia perspectiva.

¿Y cómo es la recepción y cuáles son los contenidos de esa información?

En un principio una sorpresa para ellos. Una vez que se muestra más información escrita, que ha sido documentada, se ha podido lograr que la gente entienda que en Chile y en Argentina existe un conflicto muy grande contra el pueblo mapuche, que tiene que ver con la expropiación de sus tierras, con la usurpación de los recursos naturales y la persecución política que hoy sufren los dirigentes mapuche. Que tiene que ver con racismo, exclusión y violencia no solo física, sino también con la marginación. También que tiene que ver con una educación que no reconoce la multinacionalidad que existe en los países, en definitiva el derecho de la gente a hablar sus propias lenguas. Ha sido muy buena la recepción, lo mapuche ya entró a las clases en la universidad.

Veo que tienes inclinaciones especiales por las comunicaciones, y te has comprometido a realizar corresponsalía al programa radial Wixage Anai, ¿qué significa para ti asumir ese compromiso?

Yo estoy muy agradecido de esta invitación de poder participar de Wixage Anai y poder también compartir mi pensamiento en torno a la temática indígena en el país o desde la perspectiva que uno puede tener estando afuera. Desde la perspectiva antropológica siento que si no existe en el imaginario y en las palabras de nuestra gente una idea de nación mapuche, de recuperación de nuestro territorio y de nuestra lengua, entonces en concreto no existe. En el día a día cuando uno se ve enfrentado a ataques masivos de comunicación desde la perspectiva de los intereses políticos, de grupúsculos y de compañías, obviamente que nunca vamos a ver nuestra perspectiva y no vamos a tener acceso a una real información. Eso puede ser perjudicial y de hecho ya lo ha sido contra nuestra identidad, siempre la imagen del mapuche es deteriorada de algún modo y la oportunidad de tener ese conocimiento y compartirlo es también fundamental, es un compromiso que uno como joven mapuche quiere asumir y con lo cual también quiere invitar a otra gente a asumirla.

¿Qué aspectos consideras que sería importante mejorar desde el Wallmapu en la emisión de información hacia el público internacional y generar así mayor empatía, mayor comprensión y solidaridad?

Yo creo que lo fundamental es cuan contundente es también el trabajo. No solo para afuera, sino también al interior. Si tuviéramos más acceso a tener programas de radio, internet y televisión en forma diaria, en nuestro propio espacio, yo pienso que podríamos estar a la par con muchos otros medios de comunicación que infringen daño a nuestra gente. Pienso que, lo que hay que mejorar en los medios de comunicación mapuche es la cotidianeidad de la información, para poder tener una mayor presencia en todos nuestros territorios, que se escuche la voz, las experiencias de nuestra gente y así tener mayor elemento para la toma de decisiones”.

En este país asumió como presidente un afroamericano, un cambio ¿cómo se vive ese cambio?

Es significativo que haya un presidente afroamericano en este país, y que de algún modo sea representante de minorías excluidas que nunca han tenido acceso al poder. Ahora no cambia el hecho que todos sus senadores sean blancos, y que los intereses políticos de fondo estén a cargo de las corporaciones en su mayoría de blancos. Es como lo que sucede en Chile desde que llegó una mujer presidenta, pero los hechos significativos de la política no han tenido muchos cambios.

¿Cuál es la situación de los Pueblos indígenas?


En este país (EU) los pueblos originarios siguen muy excluidos. No han tenido acceso a mejoras laborales, a la educación y a la participación política. Incluso los crímenes se siguen perpetuando. El año 1971, se generó la abolición del movimiento indígena americano con la encarcelación de un peñi Lakota cuyo nombre es Leonel Portier y hoy en día sigue en la cárcel de Guantánamo. Otro caso, se encontró uranio en la reservación indígena Lakota y decidieron explotarlo, pero dejaron expuesto al viento el ácido del uranio y otros tanto las tiraron al único río que cruza tres estados y es parte de esas reservaciones. Eso significó contaminación ambiental y las consecuencias son personas con cáncer, serios daños en su sistema inmunológico, esterilidad, entre otras enfermedades. También existe marginación y exclusión con los Nabajos. En Nueva México, que es una zona del desierto donde este país ha hecho más de mil pruebas nucleares bajo tierra, ha derivado en que una gran parte de la población indígena tenga artritis, hay un efecto en cadena. Existen avances de reconocimiento, pero siempre son políticas asimilacionistas y donde el blanco siempre es el estándar.

¿Hasta qué punto y de qué manera se aplica el autogobierno que el estado le reconoce a los pueblos indígenas en EU, se respeta?

Realmente yo pienso que no. Si bien las personas de pueblos indígenas tienen derecho al autogobierno dentro de sus reservas, con sus leyes y además con impuestos que le generan una economía propia, en la práctica no se respeta. En el caso de los Lakota, por ejemplo, cuando les encontraron Uranio, y en el caso de la Nabajos con las pruebas nucleares militares, en ambos no hubo respeto a esta supuesta soberanía, les pasaron por encima.

¿Y qué pasa con las movilizaciones sociales?

Luego de la abolición del movimiento indígena americano (AIM) en los 70 no ha habido un movimiento nativo americano. Yo recuerdo una manifestación grande el año pasado de los Lakota –uno de los pueblos más activos de acá-, donde marcharon junto a celebridades de Hollywood, políticos, etc., todos hacia la casa blanca en Washington, con el fin simbólico de romper todos los tratados que el gobierno de Estados Unidos firmó con la nación Lakota en su momento, para ratificar espacios territoriales y soberanía. Obviamente esos tratados el gobierno los fue rompiendo en su momento, entonces ahora los Lakota dijeron ‘si ellos lo hicieron y no tenemos soberanía en nuestro propio territorio, porque nosotros no hacemos lo mismo’ y fueron y rompieron los tratados y con ello declararon su independencia. No tuvieron respuesta, los medios de comunicación no les dieron cobertura y por lo tanto no logró transformarse en un asunto nacional.

He podido constar que acá existe mucho interés por los procesos sociales que se viven en América central y sur, ¿a qué se debe?

Sí, y tiene que ver con la importancia de esos movimientos, por ejemplo del pueblo Aymara en Bolivia, pero también con la resistencia en Centro y Sudamérica por sus lenguas, por sus culturas. Lo anterior en contraste con lo que sucede aquí, donde estos mismos pueblos siguen siendo minoría absoluta, dentro de las minorías, y terminan siendo invisibilizados. En cambio, en el sur, ha sido imposible borrar la presencia en el ámbito de la política, de los pueblos originarios. Y también demostrar que se puede lograr llegar al poder y generar alianzas con otros pueblos.

¿Qué te parece el texto de la declaración de reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas que se quiere dar en Chile y que plantea una sola nación, la chilena?

Chile es un país multinacional, donde existen múltiples nacionalidades o pueblos que tienen derechos a ejercer libremente sus necesidades políticas, sociales y territoriales, que el gobierno chileno no ha querido resolver. Se siguen tomando decisiones para los indígenas, por los no indígenas y esa es una visión paternalista, asistencialista y asimilacionista.

Finalmente, cuál es tu saludo y un mensaje al movimiento mapuche?

Primero un gran reconocimiento a nuestra gente que ha estado en movilizaciones, trabajando por el reconocimiento de nuestros derechos, por la defensa de nuestros territorios, por la recuperación de tierras. Si no existiera esta idea de que hay un conflicto mapuche con el estado, no existiríamos en el imaginario internacional. A los jóvenes que presten atención a los informes radiales, sistemas periodísticos propios y de todo tipo, que se informen; que participen en foros, para que también comiencen a tomar postura, para continuar la lucha y la resistencia como pueblo en todos los planos, no terminar asimilados forzosamente a los estados chileno o argentino. Lo anterior pasa por una revalorización de nuestra identidad, como también nuestras propias radios y diarios, no podemos esperar que otros lo hagan. Por eso hay que tomar posturas y seguir resistiendo. Rume mayumeyu peñi, peukayal.