PROCESO JUDICIAL
¿Cuál es su actual situación judicial?
Actualmente el proceso Judicial está en etapa de término. Este 18 de
Abril se desarrollara la Audiencia de Preparación del Juicio, el que
eventualmente se desarrollará a principio de Junio. El Ministerio
Público, a través, de sus fiscales no ha modificado sustancialmente la
acusación y plantea una condena de nueve años y medio por los cargos de
incendio, porte de armas y receptación. Como es sabido, la base de la
acusación son las declaraciones obtenidas bajo apremios ilegítimos y/o
torturas al comunero Roberto Painemil de Yeupeko Vilcun, comunidad
emblemática de la lucha mapuche.
¿Existen otros argumentos que maneje la fiscalía para acusarlos?
De acuerdo a la copia de la investigación y acusación, no existen otros
argumentos ni pruebas concretas que permitan determinar la participación
de los imputados, ya sea a través de testigos o pruebas investigativas.
Al mismo tiempo, y de acuerdo a lo analizado con algunos abogados, la
acusación incurre en una serie de contradicciones, como por ejemplo, que
Painemil es acusado de “cómplice” de una acción o un grupo y, a la vez,
se le da la categoría de “testigo directo de los hechos”. Esto, porque
que si fue cómplice, nunca presencio los hechos; o al contrario si
participó de los hechos, sería autor y no cómplice.
MONTAJE y PARAMILITARISMO.
Según los antecedentes que se tienen, ¿cómo se ha armado este evidente
montaje?
Sin dudas estamos frente a un nuevo montaje político-judicial, esta vez
agravado por una serie de situaciones ilegales, como la participación de
un grupo de civiles armados, lo que en cualquier lugar del mundo se
llama paramilitarismo y la utilización de la tortura, durante el
interrogatorio, por parte de Carabineros de Chile. El montaje es la única forma que tienen para incriminar a los dirigentes y luchadores
mapuche y justificar su castigo por medio del encarcelamiento. Ahora
bien, un montaje es preparado y ejecutado en coordinación con los
sectores involucrados en la usurpación del territorio mapuche y sus
instituciones. En este caso, en particular, están involucrados; una
Junta de Vigilancia Rural, Carabineros Uniformados, Carabineros Civiles
o del Servicio de Inteligencia Policial y un Fiscal, conocido por su
persecución a mapuche, Sergio Moya.
¿Qué datos podrían desmentir las acusaciones y revelar el montaje?
Un elemento clave para demostrar la ejecución de este montaje es que se
logró determinar que una de las armas que, supuestamente, tendría
Painemil en su vehículo, pertenecía a un Carabinero, en servicio activo,
quien no había dado cuenta ni había realizado ninguna constancia de su
robo o extravío. Al mismo tiempo, en sus declaraciones, los integrantes de la Junta de Vigilancia señalan que las armas estaban en la parte de
atrás de la camioneta de Painemil. Al contrario, Carabineros señala que
estas estaban en su interior. Por ultimo, hemos recibido la información
de que quien coordina y supervisa estos Comités de Vigilancia Rurales,
en dicha zona, es un Carabinero con antecedentes en la ex CNI.
TORTURA A ROBERTO PAINEMIL.
¿La tortura al peñi Painemil no ha sido considerada?
En la actualidad aun se tienen algunas dudas respecto de la real
gravedad e intensidad con la cual Roberto Painemil fue torturado. Puesto
que en ningún momento tuvo el apoyo de su abogado defensor para la
denuncia de estos delitos que habrían invalidado la detención desde un
principio. Sólo sabemos que Painemil entregó su testimonio, a pocas
horas de ocurridos los hechos, a una profesional del Observatorio para
Pueblos Indígenas de Temuco, testimonio clave que confirmaría el delito
de tortura en contra de Painemil. Al mismo tiempo, sabemos que Roberto,
tiene muchas dificultades para expresarse en castellano, pues
generalmente sólo utiliza el Chedungun, por lo que un experto en
lingüística o antropólogo podría darse cuenta, fácilmente, que la
declaración extrajudicial, no fue elaborada por él.
Entonces, ¿en ningún momento él nombró a nadie?
Eso es lo más grave de todo, en este caso, no se trata de una “confesión” lograda bajo torturas, sino que a través de ellas se obliga
a una persona a firmar una declaración falsa elaborada por los mismos
captores y que permite acusar a terceras personas de un delito. Lo
cierto es que en el interrogatorio a Painemil se utilizan las típicas
técnicas con que operan los servicios de inteligencia las cuales son, de
acuerdo a los organismos de derechos humanos, calificadas como formas de tortura: El policía bueno y el malo, la demostración de poder, la
extorsión, las amenazas a él y a su familia, el encierro, los golpes,
prácticas que producen en Painemil la pérdida de su conciencia temporal
y espacial, puesto que no es capaz de reconocer en qué lugar está, ni
cuánto tiempo permaneció en dicho lugar, es decir, termina quebrado, sin
voluntad, dominado por sus torturadores.
¿Qué espera para los momentos que vienen?
Denunciar estos hechos y la toma de medidas concretas en contra de
quienes detuvieron y torturaron a Painemil es lo único que puede fijar
un precedente para que estas formas, propias de fascismo, no se sigan
repitiendo en contra del Pueblo Mapuche. Estamos confiados que gracias a
nuestras redes de apoyo, tanto a nivel nacional como internacional, y la
solidaridad de personas sensibles con nuestra causa dejaremos al desnudo
el montaje político judicial, en contra de la Coordinadora Arauco
Malleco y uno de sus miembros.
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